"...tengo las manos atadas. Tengo los pies atados. Tengo los ojos vendados. Esta casa es mi mundo.Y esta casa se pone vieja, sucia y huele mal. Mamá y papá son los culpables. Me da pena, una profunda pena. Y lo más terrible, no se detienen un segundo a pensar si debiera ser de otro modo. Ni tú tampoco. Y Beba mucho menos... Si Beba juega, es porque no puede hacer otra cosa."
José Triana. La noche de los asesinos