-¡No! ¡Déjalo!- Grito la joven deteniendo al príncipe. Luego se
abrazo al cuerpo sin vida del rey- ¡Lo mataste!
Dejo caer las piezas del reloj. Luego de inhalar profundamente recogió los trozos del objeto. Solo entonces se miro las manos. Estaban manchadas de sangre, al igual que su ropa. Claro, luego de apuñalarla la había abrazado. Lo había olvidado, fue después de eso que ella había tomado los trozos del reloj.
Miro a su alrededor, había otro cajón aparte de el de su madre, su novia y aquel que estaba vació. Se acerco y vio a su padre tendido en su interior, el cuerpo no tenía señales de haber estado en el mar o de haberse azotado en las rocas. Dos guardias entraron cargando otro cuerpo que finalmente depositaron en el ataúd vació. Este cuerpo si estaba mojado y manchado de sangre.